¿Te ha pasado que al momento de vestir sientes incertidumbre y no sabes qué ponerte? O bien, te repites la frase "Es que tengo un montón de nada que ponerme", te entiendo, calma, también pasé por eso y por muchos años. Tenía un clóset lleno de nada que ponerme y además terminaba usando siempre lo mismo, las mismas combinaciones como si fuesen uniformes; ese acto repetitivo al vestir se llama nada más y nada menos, costumbre. Las personas vestimos como hábito y no el mejor necesariamente.
Antes de empezar esta reflexión, identifica si te vistes por costumbre o por estilo. ¿Cuál es la diferencia? En el segundo caso, tu clóset representa infinidades de opciones de looks que reflejan tu personalidad; es decir, hablan acerca de ti, de tus intereses, presupuesto, valores, etcétera.
Si tu respuesta fue costumbre,
es necesario hacer un cambio y comenzar a disfrutar el proceso de vestir, para ello el autoconocimiento será vital, así como el respirar es esencial para vivir. El autoconocimiento es el pilar fundamental de una estrategia de imagen congruente; por consiguiente, es reconocer tus talentos, habilidades, objetivos y lo que buscas log
rar. Por lo tanto la estrategia de imagen tiene que decir quién eres y lo qué haces. Reconoce también tu cuerpo y usa prendas que te hagan sentir cómoda porque al final te reflejan.
Tener una estrategia de imagen ayudará a identificar, organizar y planear de mejor forma el proceso de vestir para comunicar lo que se quiere; igualmente te hará sentir mayor seguridad porque estarás consciente de lo que comunicas a través de tu imagen.
Ahora te preguntarás cómo desarrollar una estrategia de imagen y aquí te dejo los siguientes pasos:
Primero, el reconocimiento de los elementos de tu imagen personal, con esto me refiero a corte de cabello, tinte, accesorios, ropa, elementos del diseño que usas como colores, patrones y todo aquello que comunique sobre ti, y ese será el núcleo de la estrategia.
Segundo, considerar a dónde vas con ese outfit: el lugar, momento y necesidad de la audiencia. Es elemental estar asociado al medio para lograr un impacto en las personas que nos perciban.
Tercero, identificar lo que quieres comunicar, tu imagen verbal nunca va separada de tu imagen personal; ambas son una sola, son tuyas, eres tú. Por imagen verbal me refiero a tono, gestos, acento, volumen, palabras y velocidad. Todos estos elementos tienen que ir en relación a ese objetivo, al contexto y al estilo propio que te hace ser única-único.
Y por último, te dejo este nonnatip: Elige un elemento pregnante que te caracterice, puede ser un color u objeto, como un tipo de bolsa, un tipo de gafas, un corte de cabello, estilo de barba, etcétera. Aquello que cuente acerca de ti, quién eres, qué haces y que transmita tu esencia.
Aprendemos y conocemos del mundo a través de los objetos y nuestros sentidos, así que reflexiona en ese elemento y contribuye a construir una marca personal a través de una estrategia de imagen. Si ahora te preguntas cómo tener un closet estratégico, te lo contaré otro día.
Publicado originalmente en la revista Mexcostura Año 26 No.99 Abril - Junio 2022. pp. 35 -37.
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