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Autoconocimiento para un año de impacto.



El año terminó y con este cierre de ciclo, comenzamos a hacer un recuento de nuestros logros, de lo que programamos en el ciclo anterior y que por diversas razones no logramos completar; nos planteamos qué es lo que queremos lograr para el año que comienza y tenemos reflexiones variadas de lo que pasó y lo que está por ocurrir. Mirar hacia atrás y visualizar nuestro recorrido tiene que ver con nuestra pulsión de vida; con la búsqueda de seguir adelante y continuar mejorándonos.


La pregunta constante durante esta reflexión suele ser:¿Qué es lo que queremos? Y ¿Cómo accionamos para obtenerlo? El QUÉ y el CÓMO son esenciales para comenzar a planear y esto sólo surge a partir de un ejercicio de sinceridad y

reconocimiento. Este último nos lleva a encontrar los puntos sobre las “íes” del por qué nuestras estrategias no han funcionado y suelen ser un gran punto de partida para saber qué debemos mejorar y ajustar para los nuevos objetivos planteados. ¿Cuál suele ser la forma en la que organizas tu año? ¿Realizas listas de objetivos a cumplir?¿Eres de las personas que aprovecha las doce uvas para las metas del año? Si bien es importante cumplir todo aquello que queremos, también lo es saber que todos los rituales que se hacen pueden tener su buena intención, pero la falta de planeación los lleva a quedarse en el plano de los deseos.



Así mismo, hay que considerar la imagen ambiental del lugar y lo que te genera; recuerda que cada elemento crea sensaciones, en primera instancia e incluso estados de ánimo.


Hoy vengo a hablarte del reconocimiento de los logros realizados a lo largo de tu calendario y de la importancia de la planificación y planeación. El primer paso es reconocerte, saber dónde estás, identificar los logros alcanzados y los que no; el aprendizaje adquirido a partir de lo realizado y, por supuesto, festejarnos. Este reconocimiento es fundamental porque si no sabemos dónde estamos, cómo vamos a saber a dónde queremos ir, lo que realmente deseamos o cuáles son nuestros obstáculos a sortear, etc.


Pongamos foco ahora en la celebración, te propongo crear un ambiente que sea de tu agrado, éste puede contener elementos que simbolicen el año. A partir de esto puedes comenzar a reconocer tus logros y premiarlos de la manera en que tú creas conveniente; puede ser en compañía o en solitario, puedes grabar un video, sacar una foto, escribir al respecto, como desees; aquí el punto es dejar una huella de ese momento. Todo este proceso se debe llevar a partir del autoconocimiento; nadie más que tú puede reconocer aquello que se recorrió y se logró.


Una vez realizado esto, comienza la planeación: el proceso y resultado de organizar una tarea simple o compleja teniendo en cuenta factores internos y externos orientados a la obtención de uno o varios objetivos. Es importante decir que no existe planeación exitosa sin un reconocimiento real, uno empático e inteligente para poder seguir avanzando. El paso a seguir es elaborar una lista de metas que deseas lograr; éstas pueden ir enfocadas a tu momento de vida, a tu contexto o condición actual.


Lo importante es encaminarla a conductas observables para tener claridad respecto a esos objetivos. ¿A qué me refiero con “conductas observables”? Tu lista debe contener acciones y tareas específicas que te ayuden a alcanzar todo aquello que vaciaste en la lista. Dependiendo de tus objetivos, las acciones a realizar pueden ser de forma diaria, semanal o mensual. Recuerda, tú te conoces y decides las formas en que te será más llevadero cumplir esas tareas. Luego, colocarás tu lista en un lugar de fácil acceso para que sea visible para ti y puedas recurrir a ella las veces que sean necesarias a lo largo del año.


Y por último, pero no menos importante, ten en consideración lo que llevas puesto; cada detalle cuenta y muestra una parte de tu historia. Así mismo, hay que observar la imagen ambiental del lugar y lo que te genera; recuerda que cada elemento crea sensaciones, en primera instancia, e incluso estados de ánimo


Sin duda, los deseos son hermosos y son un motor, así como los objetivos bien encaminados son poderosos. Por eso te invito a abrir esta puerta hacia la planeación, ten presente la posibilidad de replantearte nuevas metas a lo largo del año, ya que somos seres en constante cambio; el saberlo, escucharlo y abrazarlo nos puede generar un universo de posibilidades para tener un año de impacto.


Publicado originalmente en la revista Mexcostura Año 26 No.98 Enero - Marzo 2022. pp. 35 -37.

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