En nuestro blog anterior reflexionamos sobre la importancia de crear una estrategia de imagen para comunicar asertivamente tus objetivos e intereses. En esta ocasión, toca el turno de una herramienta poderosa que incentiva la imagen personal; un clóset estratégico que sí se puede lograr.
La palabra armario proviene del latín "armarium", que significa lugar donde se guardan las armas. Si bien, en esa época tenía esa función, actualmente guarda cierta similitud con esa práctica: el armario sirve para conservar aquellos artefactos que defienden lo que somos y lo que hacemos. Si lo vemos desde esta perspectiva, el armario es un elemento personalizado, cada individuo lo irá modelando acorde a su esencia, objetivos, necesidades y contextos, así como los colores, texturas, estilos, morfología (forma del cuerpo) y claramente el presupuesto.
En el mundo de la imagen personal, el armario es más que un objeto, incluso se conceptualiza como fondo de armario haciendo referencia al conjunto de prendas básicas que pueden usarse en diferentes situaciones y que pueden combinarse con prendas en tendencia. A esas prendas esenciales se les conoce como básicos de fondo de armario, entre los cuales se encuentran: blazers, pantalones, camisas y playeras que sean de colores neutros y básicos (blanco, negro, gris y beige) o con algún estampado clásico como el polka dots o rayas bretonas; así como un traje sastre para ocasiones formales. Los complementos también se pueden considerar dentro de los básicos tales como calzado cómodo o de uso frecuente, algún pañuelo, corbata o bolso que pueda combinarse con más de tres prendas.
Parecería que los básicos de fondo de armario son generales, no obstante los detalles de cada prenda se determinarán con base en las preferencias y estilo, además de las actividades y tiempos de la persona. Sí, lo que haces a diario influye totalmente en lo que vistes y una forma de constituir tus básicos de fondo de armario es reconociendo tus tiempos profesionales, lo que te apasiona o motiva, pasatiempos y actividades físicas; es evidente que no se usará la misma vestimenta para hacer yoga que para salir a correr o escalar. Cada actividad requiere de prendas y complementos específicos para que pueda llevarse a cabo correcta y cómodamente, con el fin de tener un cuerpo saludable y una buena salud mental. ¡Hasta en eso intervienen las prendas que usamos!
Te recomiendo que después de reconocer tus actividades y tiempos, le establezcas un porcentaje a la actividad que más realizas y que se refleje en tu armario. Por ejemplo, si eres entrenadora de un gimnasio no tendrás tu clóset repleto de vestidos de noche, sería paradójico y no serían funcionales para tus actividades; en pocas palabras, tu armario no sería práctico y la practicidad es lo que se busca alcanzar.
Por otro lado, para tener un armario estratégico es necesario mantener un orden y buena organización, comenzando por ubicar las partes del mismo. Comúnmente el clóset está constituido por altillos, percheros, cajones y baldas. Claro, puede haber diferencias, lo importante es que conozcas tu armario: si es pequeño o grande, cómo son los espacios y sus tamaños para que puedas organizar tus objetos de la mejor forma.
Por ejemplo, en los altillos puedes guardar todas las cosas que utilizas con poca frecuencia como la ropa de cama, a diferencia de los percheros y baldas donde irán las prendas y complementos que más se frecuentan, con el fin de estar visibles y agilizar el momento de hacer combinaciones. En los cajones puedes guardar las prendas que van dobladas y que dispongas pocas veces, además de la ropa interior. Recuerda que tu clóset lo personalizas y que la organización dependerá de ti, incluso si quieres guardar cosas de tus mascotas porque son fundamentales en tu vida. Obviamente, Vera (mi perrita) tiene su clóset.
No me despido sin antes compartirte unos #nonnatips que te ayudarán a tener un armario estratégico:
Siempre orienta los ganchos hacia un mismo lugar, de preferencia, dirigidos hacia dentro del armario.
Categoriza las prendas colgadas por colores, tamaños o funciones, de la forma que más te convenga.
Utiliza los ganchos adecuados según la prenda.
Evita colgar prendas de punto para no dañar su estructura.
Utiliza cubre prendas para tus trajes, vestidos o prendas que usas para eventos elegantes o poco frecuentes.
Antes de lavar tu ropa, revisa las etiquetas de tus prendas para considerar los cuidados necesarios.
Si cuentas con un armario amplio, opta por colgar tus prendas para un mejor mantenimiento.
Todos estos cuidados favorecerán para tener un clóset funcional y reflejar lo qué haces y quién eres; es decir, tu esencia. No olvides que las prendas cuidadas siempre darán una imagen de una persona cuidadosa y que será notada e interpretada por los demás ya que siempre está presente la percepción
Publicado originalmente en la revista Mexcostura Año 26 No.100 Julio - Septiembre 2022. pp. 33 -34.
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